Cuphead y el arte de perder
Hace uno meses atrás me
encontré con un vídeo en el canal de Dayo en el que hace una explicación acerca
de los retos Nuzlocke. Estos se tratan de una serie de retos autoimpuestos por
los jugadores de Pokemon. Este tipo de retos se tratan básicamente de iniciar
el juego con el pokemon base, encontrar dos sin importar la especie que sea e
intentar terminar el juego con ellos, pero todo se acaba cuando los tres
pokemones son derrotados. Además, aquí no vale ir al centro Pokemon para
revivirlos, se debe iniciar el juego desde el principio, haciendo que el
jugador se exija al máximo con el fin de mejorar en su juego y sus estrategias
de combate.
CupHead tiene un concepto básico
y es mejorar en el juego por medio del error; además de aprender la estrategia
para los combates. El juego tiene dos modos: el primero son los niveles
de plataforma, en los que se parte de un punto A hasta un punto B, los cuales
debemos recorrer para poder conseguir dinero y así obtener algunas mejoras para
nuestros personajes. El segundo modo es acceder a los jefes de manera
inmediata, haciendo que la cosa se complique más. En las fases de plataforma
cuando un enemigo nos golpea perdemos un punto de vida y durante el recorrido
no encontramos nada que regenere la salud ni power ups; además, si perdemos la
única vida que tenemos debemos iniciar el nivel desde el principio. Así que
olvidémonos de los check points ni puntos de auto salvado, y lo mismo sucede
con los jefes los cuales pasan por diferentes transformaciones lo que implica
un cambio en sus patrones de ataque y no importa cuanto lo intentemos...
siempre vamos a perder.
Al ser un juego de
plataformas cuenta con los botones básicos: uno para saltar, otro para atacar y
el botón de esquiva, lo típico que encontramos en juegos como Mega Man o Contra. Y a pesar de que ya se ha hablado bastante de
la elevada dificultad de Cuphead, el juego aplica la premisa básica del
Nuzlocke. Tenemos solo dos personajes a escoger a los cuales les podemos
mejorar sus habilidades, pero este tipo de “ayudas” no son nada si no
aprendemos a jugar, porque al momento de la acción es cuando el juego muestra
su verdadera naturaleza con enemigos que salen de todos lados de la pantalla;
además con jefes que atacan de manera despiadada, haciéndonos morir una y otra
vez.
Entonces sí Cup Head es un
juego tan difícil ¿Qué lo la hace tan adictivo? Tal vez la respuesta se
encuentra en su mismo nivel de dificultad, y es que cuando se le pilla el truco,
el juego no es difícil lo difícil es llegar a dominarlo. Por ejemplo, en las
fases de plataforma vamos pillando a los enemigos que van saliendo, morimos una
y otra vez, pero lo volvemos a intentar; además, vamos aprendiendo donde están
ubicados los enemigos para después llegar a una parte totalmente desconocida
del escenario y perdemos…otra vez. Pero lo volvemos a intentar porque creemos
que a la próxima si lo lograremos ya que al perder nos muestran nuestro
progreso del recorrido hasta la meta, lo que a efectos prácticos se convierte
en nuestro premio.
Con los jefes pasa algo
similar, pero con la salvedad que tenemos dos opciones de dificultad una simple
y otra regular. Con esto no quiero decir que la dificultad baje al optar por la
simple, esto sirve más como practica porque el jefe comienza en su forma
habitual, después se transforma y solo nos muestra una de sus fases. Pero
cuando jugamos en regular nos damos cuenta de que tiene una tercera o cuarta
transformación y sus ataques son casi imparables, así que se nos exige que
aprendamos a jugar si queremos completar el nivel al 100%.
Cup Head es una obra maestra
de los videojuegos, simple, colorido, adictivo; además de ser un homenaje a los
juegos de antaño, pero dejando de lado los aspectos estéticos, el juego nos
ofrece un reto de verdad, no es un juego que se termina en un día (a menos que
tengan mucho tiempo) porque cada nivel y cada jefe demandan tiempo y paciencia;
porqué hay que aclarar algo con este tipo de juegos.
La máxima en los tiempos de
ahora es que los juegos deben adaptarse a los jugadores para no perder
audiencia y no el jugador adaptarse al juego, lo que hace que muchos no
sean atractivos para aquellos que gustan de juegos sencillos, porque el morir
aquí no es causa de no atacar, sino más bien de no saber jugar, porque Cuphead
cobra los errores muy caro y es ahí donde descubrimos que perder también es un
arte.






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