Christopher Robin un reencuentro inolvidable



Christopher Robin, el niño que compartió innumerables aventuras con sus amigos de peluche en el Bosque de los Cien Acres, ha crecido, vive en el Londres de los cincuenta y lidia con el estrés de la edad adulta. Trabaja muchas horas como gerente de eficacia en Equipaje Winslow, por lo que hace malabares entre el trabajo y sus compromisos en el hogar. Lejos han quedado los interminables días de asombro y fantasía que marcaron su infancia. Pero tarde o temprano, el pasado te alcanza.


Después de cancelar sus planes de viaje con su esposa, Evelyn, y su hija, Madeline, para trabajar todo el fin de semana, se reencuentra con Winnie the Pooh y sus viejos amigos del Bosque de los Cien Acres, lo que le recuerda los momentos en que no hacer nada era lo mejor de todo. Pero cuando Christopher Robin regresa a Londres para tratar unos problemas financieros en la compañía, unos importantes papeles se pierden de su maletín, y los animales deciden salvar a su amigo.



Luego de un encuentro casual con Madeline, la pequeña hija de Christopher, Pooh, Tigger, Igor y Piglet dejan el bosque y se van de excursión a la ciudad para entregar personalmente los documentos a las oficinas de Equipaje Winslow y, así, sorprender a Christopher Robin. Como resultado de sus esfuerzos, Christopher comienza a ver todo desde una nueva perspectiva e idea un plan para salvar la compañía y su trabajo, y, en el proceso, redescubre las alegrías de la vida familiar y el valor de la amistad, y recuerda lo que es apreciar los placeres simples de la vida una vez más.



 El origen de “Christopher Robin”


Los personajes Christopher Robin y Winnie the Pooh aparecieron por primera vez en 1924, en una colección de versos escrita por el dramaturgo inglés y autor A.A. Milne llamada When We Were Very Young. Pero la publicación de Winnie-the-Pooh en 1926 fue lo que realmente hizo eco en los lectores de todo el mundo. El libro de cuentos sobre las aventuras imaginarias del niño despreocupado, su oso y el resto de sus amigos animales del Bosque de los Cien Acres, junto con las ilustraciones atemporales de E.H. Shepard, es considerado uno de los libros infantiles más populares de todos los tiempos.

Luego, se publicaron historias adicionales de Milne que presentaban a los entrañables personajes en el libro The House at Pooh Corner de 1928. Estas fueron igual de populares. Desde entonces, lectores de todas las edades han recibido estos cuentos con los brazos abiertos, y el afecto por los personajes ha seguido creciendo y llegado a todos los medios para perdurar de generación en generación.



Las historias de Milne defienden los valores de una imaginación saludable y representan un momento de nuestras vidas en que tenemos que despedirnos de la niñez… despedirnos del tiempo libre ilimitado… despedirnos de la protección de una madre. De hecho, al final de The House at Pooh Corner, Christopher Robin le cuenta a Pooh que se irá a un internado, que es su forma de decir que la vida ya no puede tratarse sobre búsquedas frívolas y que ya es hora de que él crezca y se haga más serio.

Fue un momento agridulce en el libro de Milne que sirvió como inspiración para una interpretación totalmente nueva de estos personajes clásicos que sucede años después de que los dos amigos se separan. La idea de abordar la historia desde esta perspectiva data de hace 15 años, cuando el productor Brigham Taylor, que en ese momento era ejecutivo de producción en Disney, presentó esta idea al estudio. Aunque no era el momento correcto porque había otros proyectos de Winnie the Pooh en curso, Taylor y sus colegas sabían que la idea de encontrar a un personaje familiar y entrañable en un mundo totalmente nuevo prometía algo especial.

Años después, Taylor pasó a ocupar un puesto de productor en el estudio y trabajó en películas como EL LIBRO DE LA SELVA y PIRATAS DEL CARIBE: LA VENGANZA SALAZAR. Durante una reunión con la experimentada ejecutiva Kristin Burr, ella lo alentó a que desempolvara el concepto, y los dos comenzaron a desarrollar la idea juntos. El estudio apoyó mucho la idea de tomar personajes clásicos y encontrar formas de reinventarlos y contar nuevas historias, así que fue como una especie de resurgimiento de una idea vieja que teníamos, cuenta Taylor.

La simplicidad de los personajes de Milne es muy atractiva para los niños, y sus imperfecciones timidez, fanfarronería, un falso sentido de superioridad— pueden reconocerse fácilmente en los adultos. Ellos demuestran cordialidad, amor, amabilidad y conexión con los demás, en particular, Pooh, y todos podemos relacionarnos con sus problemas: las responsabilidades de la adultez que nos alejan de los días sin preocupaciones de nuestra juventud y cómo hacemos para recuperar lo que dejamos atrás.


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